Área Biológica, Área Sanitaria/Médico y Legal

Personal Sanitario, tras una guerra de quinta generación

Empecemos desde el principio, el artilugio clave para poder desbaratar toda esta madeja de preguntas.

El personal sanitario, antes reconocido por su alta integridad y conocimientos en medicina, ha estado involucrado en prácticas cuestionables en los últimos 3 años. Esto se debe, en parte, a las pruebas PCR realizadas con altos ciclos (más de 50), que dan como resultado un alto porcentaje de falsos positivos (más del 90%). Estos falsos positivos se utilizan para justificar confinamientos de personas sanas y promover el comercio institucionalizado, lo que ha llevado a una disminución del comercio local, inflación generalizada y aumento del desempleo, siendo las grandes corporaciones las que cubren las plazas laborales con sueldos mínimos y condiciones laborales precarias.

Además, la vacunación masiva ha generado interrogantes sobre las verdaderas intenciones detrás de las inoculaciones de Covid-19, ya que se plantea si se buscaba proteger a la población o simplemente inocular hidróxido de grafeno indiscriminadamente, violando el principio del «consentimiento informado del paciente» debido a acuerdos empresariales entre laboratorios y gobiernos. Se mencionan preocupaciones sobre la tecnología ARNm, que supuestamente alteraría el ADN del inoculado.

Principios Internacionales de Medicina Violados

Se plantea la pregunta, si realmente se buscaba proteger a la población o directamente fue inocular hidróxido de grafeno indiscriminadamente, violando de ser así el principio del «consentimiento informado del paciente», y entre muchos otros acuerdos internacionales…

Durante los Juicios de Nuremberg en 1946, que tuvieron lugar después de la Segunda Guerra Mundial y los atroces crímenes de lesa humanidad perpetrados en los campos de concentración, se llevó a cabo la ejecución pública de enfermeros, médicos (y otros cargos similares) condenados por alta traición contra sus compatriotas, debido a su participación en experimentos con personas sin su consentimiento. De los cuales, el 100 porciento argumentó que únicamente estaban “siguiendo órdenes”.

Como resultado del Acuerdo de Nuremberg, se estableció que es inaceptable privar a las personas de sus derechos humanos básicos, como el acceso a alimentos, la libertad de movilidad, la capacidad de vestirse adecuadamente y la posibilidad de interactuar con la sociedad, simplemente por no estar inoculado.

Es importante recordar que las jeringas son solo un medio para inyectar sustancias en el cuerpo, y que cualquier cosa que se inyecte tendrá un impacto directo en la salud y el bienestar de la persona. Es por eso que debemos asegurarnos de que cualquier tipo de vacuna o medicamento que se administre sea seguro y esté respaldado por la investigación científica adecuada. De lo contrario, corremos el riesgo de violar los derechos humanos básicos y poner en peligro la salud a nuestros semejantes.


«LA MEDICINA SE EJERCE, NO SE OBEDECE»


También se cuestiona por qué los pacientes se tratan como si fueran síntomas respiratorios cuando se sabe que el SARS-CoV-2 presenta síntomas cardiovasculares, y se destaca que el uso de oxígeno en medicina es un medicamento que puede causar daño pulmonar, lo cual ha llevado a pacientes afectados por la iatrogenia. y si sumamos ventilación mecánica sobre cargando el sistema respiratorio y la administración de midazolam en adultos mayores, podría ser una bomba de relojería que pocos pudieron escapar.

Testimonio Enfermera Pediátrica en Argentina, Movimiento Ciudad + Por la Verdad Internacional (ver)

Y como no recordar a la Sra. Cristina Lagarde, Ex presidente del FMI y actual presidente del Banco Europeo cuando refirió:

 

«Los ancianos viven demasiado y son un riesgo para la economía global»

 (clic ver documento)

 

Es importante recordar que las inoculaciones de Covid-19 se obtuvieron en «emergencia sanitaria», lo que implicó omitir etapas de calidad de una vacuna tradicional, y esto ha generado preocupaciones en relación a la ética y seguridad de dichas vacunas.

https://youtu.be/-GX3CPMp8Pw

Además, hacemos referencia a la Declaración de Helsinki (clic ver), que establece los principios éticos para las investigaciones médicas con seres humanos, y se destaca el principio de no maleficencia, que implica que en situaciones problemáticas es preferible no intervenir para no causar más daño que beneficio.

En la investigación médica, es deber del médico es proteger la vida, la salud, la dignidad, la integridad, el derecho a la autodeterminación, la intimidad y la confidencialidad de la información personal de las personas que participan en investigación.

Los médicos deben considerar las normas y estándares éticos, legales y jurídicos para la investigación en seres humanos en sus propios países, al igual que las normas y estándares internacionales vigentes. No se debe permitir que un requisito ético, legal o jurídico nacional o internacional disminuya o elimine cualquiera medida de protección para las personas que participan en la investigación establecida en esta Declaración.

Además, el principio de no maleficencia (Primum non nocere) es uno de los preceptos fundamentales de la bioética, enseñado a todos los estudiantes de salud en escuelas de todo el mundo. Este principio implica que, en situaciones problemáticas, puede ser preferible no hacer nada o abstenerse de intervenir, en lugar de correr el riesgo de causar más daño que bien. Es importante que el personal sanitario tenga en cuenta el posible daño de cualquier intervención. La no maleficencia se invoca en situaciones en las que se debate el uso de una intervención que presenta un riesgo evidente de daño, pero una posibilidad incierta de beneficio.

 

También tenemos el Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina (CETS 164), conocido habitualmente como Convenio sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina o Convenio de Oviedo, fue adoptado en esta ciudad asturiana el 4 de abril de 1997.

 

 

Y no menos importante, nos encontramos con el llamado «consentimiento informado del paciente», el cual hace alusión a un derecho del paciente.

El cual especifica, que el paciente, debidamente informado, podrá emitir su consentimiento, o negativa, a un tratamiento o procedimiento diagnóstico. En ambos casos, esta decisión deberá plasmarse por escrito en el documento que se le ha facilitado. (Ver consentimiento informado del paciente) Esto último se ha visto vulnerado debido a mal llamados «Contratos comerciales entre laboratorios y gobiernos adscritos a la OMS. Silenciado el «compuesto secreto» de Hidróxido de Grafeno encontrado en el análisis de Pablo Campra y diversos estudios científicos independientes (Descargar «Detección de grafeno en vacunas COVID19 por espectroscopía Micro-RAMAN»)

Hidróxido de Grafeno que en conjunto con la tecnología ARNm (Dr. Malone) modifica literalmente el ADN, agregando una hebra (3 hebras ADN) 322, número característico de la sociedad secreta «Skull and Bones» y su relación directa con el transhumanismo (ver).

 

En las  imágenes anteriores se evidencia la imperiosa necesidad de llevar a cabo modificaciones genéticas. Evidenciando la existencia de sociedades secretas que está trabajando arduamente en ello, donde podrían obtener enormes beneficios económicos y, ¿por que no? un gran control social envidiado por los más grandes tiranos de la historia.

Además, la revista The Economist, que es propiedad de la familia Rotschild, son unos de los mayores protagonistas detrás de este reseteo financiero, pues como ya muchos sabemos, son los testaferros de los dueños de la banca internacional (si, el 98% de la banca internacional, a excepción de Irak y Afganitan, y ya sabemos como les va…)

Esta agenda del Gran Reseteo, es bastante extensa, y entre sus objetivos más ambiciosos se encuentra; el posicionamiento satelital en tiempo real, de cada ser humano. También se pretende convertir a cada persona en una especie de «antena andante» capaz de recibir y transmitir información en todo momento. Sin embargo, debemos ser cautelosos con este tipo de tecnología, ya que puede poner en riesgo la privacidad y seguridad de las personas, así como la integridad de su información personal.

 

¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad y libertad personal para ser parte de una red global conectada? ¿Estamos dispuestos a convertirnos en «antenas andantes» capaces de recibir y transmitir información constantemente?

La próxima era de conectividad, 6G, promete revolucionar la forma en que vivimos y trabajamos al fusionar los mundos físico, humano y digital para crear experiencias extrasensoriales. En este nuevo mundo, los sistemas de conocimiento inteligente se combinarán con las habilidades humanas para lograr una mayor eficiencia. Las aplicaciones se basarán en el mundo digital, gracias al despliegue masivo de sensores e inteligencia artificial y aprendizaje automático (IA/AA). Los dispositivos serán cada vez más integrados en la ropa y en la piel, y la escritura en pantallas táctiles será reemplazada por el control por gestos y voz.

La IA y la visión artificial permitirán que las cámaras inalámbricas se conviertan en sensores universales, y la radio y otras modalidades sensoriales recopilarán información del entorno. Los servicios sanitarios se beneficiarán enormemente de los dispositivos “wearables” para monitorizar los parámetros vitales 24/7. La telepresencia multisensorial avanzada creada con altas velocidades de datos reducirá la necesidad de desplazarse gracias a la introducción de la telepresencia multimodal de realidad mixta y a la colaboración remota.

 

El Internet de los Cuerpos (IoB) se refiere a la tecnología de dispositivos implantables o colocados en el cuerpo humano que mantienen una comunicación constante a través de Internet. Estos dispositivos utilizan el cuerpo como una plataforma de información, permitiendo un diálogo continuo entre diversos puntos de contacto.

En el siglo XXI, el dominio de los algoritmos, la robótica y la inteligencia artificial es clave para liderar el mundo. Sin embargo, China y Rusia son conscientes de esta realidad y no se quedan rezagados, ya que saben que descuidar estas áreas significaría una derrota anticipada en la competencia global. Ambos países están impulsando agresivamente su desarrollo en estos campos, compitiendo en la carrera tecnológica para asegurar su posición en el escenario mundial. La importancia estratégica de estos avances no puede ser subestimada, ya que aquellos que logren dominar estas tecnologías tendrán una ventaja significativa en la configuración del futuro geopolítico y económico del mundo. Esto incluye digitalizar a sus propios ciudadanos, clasificarlos como si fueran números y anclarlos por qué no a un crédito social como China.

Puede que la era 6G tenga sus beneficios para la industria, la salud y otros aspectos de nuestra vida cotidiana, pero ¿a qué costo para nuestra libertad y privacidad personal? Como ciudadanos, es importante que nos hagamos estas preguntas y que exijamos respuestas claras antes de aceptar cualquier cambio que pueda afectar nuestra humanidad y nuestras libertades personales.

En Conclusión

En los últimos 3 años, se han observado prácticas cuestionables por parte del personal sanitario y profesionales afines, como la realización de pruebas PCR con altos ciclos y la inoculación masiva de lo que se denomina como «vacuna experimental». Estas prácticas han generado dudas sobre las verdaderas intenciones detrás de ellas y han planteado preocupaciones éticas y de seguridad. Es crucial que el personal sanitario cumpla con principios éticos y legales en la atención médica y protección de los derechos de los pacientes.

Aprendamos de la historia y guiémonos por senderos de justicia, ética y moral, para asegurar un futuro esperanzador para las generaciones venideras y preservar nuestro ADN original sin caer en coacciones, falta de información para tomar una decisión, o directamente mentiras bien elaboradas con ingeniería social de vanguardia. Son tiempos donde la ética y moral deben estar por sobre las reglas de hombres.

El año 2020 será recordado como el año en que la confianza en la medicina se perdió. En lugar de priorizar las necesidades biopsicosociales del paciente, muchos pseudo-sanitarios optaron por «hacer vista gorda» y seguir órdenes ciegamente para cobrar su sueldo a fin de mes.

Desde el inicio de la pandemia, hemos visto cómo se han ignorado los efectos secundarios de los tratamientos y cómo se ha descuidado la salud mental de las personas. Se ha fomentado el miedo y la ansiedad en lugar de ofrecer soluciones reales y prácticas.

 

 

“Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer” Gandhi.

 

 

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Entonces no te puedes perder  The Big Reset Movie (clic para ver)

Este documental (que no es documental, sino realidad) te llevará a través de los últimos 3 años y cómo se ha utilizado una pandemia para llevar a cabo una digitalización transversal como nunca antes se había visto, mientras se presenta un ataque total a nuestra libertad de consciencia con la excusa sanitaria.


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