El Foro Económico Mundial propone dividir las ciudades en barrios, con la excusa de que hay que reducir las emisiones de Co2.
Su objetivo es crear «centros urbanos» donde todo esté a 15 minutos a pie o en bicicleta, lo que busca cambiar la «fisionomía» de las ciudades para hacerlas compatibles con su nuevo modelo financiero internacional
El Foro Económico Mundial propone dividir las ciudades en barrios, con la excusa que se debe reducir las emisiones de co2.
La idea de la ciudad de 15 minutos fue propuesta por el Foro Económico Mundial (FEM) en colaboración con los arquitectos Norman Foster, Bjarke Ingels y Fernando Romero. El objetivo, según ellos, es «reducir las emisiones de co2».
El FEM cree que esto puede lograrse dividiendo las ciudades en barrios y permitiendo que la gente se desplace por ellos utilizando bicicletas o coches eléctricos.
De este modo, podrán llegar a su destino sin tener que utilizar el coche más de 15 minutos seguidos (lo que también fomentaría el uso compartido del coche).
El objetivo es crear centros urbanos donde todo esté a 15 minutos a pie o en bicicleta
Imagina que vives en el centro de una ciudad, pero no tienes coche y nunca has aprendido a conducirlo. Puedes desplazarte andando o en bicicleta a todas partes, sin preocuparte por las tarifas de aparcamiento o los atascos. Si quieres salir a cenar con los amigos, puede que tu destino esté a sólo cinco minutos a pie; si está más lejos que eso, quizá uno de esos otros modos sea más adecuado para llegar (por ejemplo, el transporte público).
La propuesta sugiere interesante, pero tiene un gran trasfondo, sino de crear mecanismos de control social que impidan a la gente salir de su barrio sin autorización; por ejemplo:
Cada barrio tendría su propia moneda digital -que podría utilizarse exclusivamente dentro de sus límites- con su propia programación adaptada específicamente a las necesidades locales (por ejemplo, ofreciendo descuentos en los comercios participantes, o premiando una conducta social favorable).
Si alguien quiere ir de compras a otro barrio, primero debe obtener permiso de las autoridades. Una persona sólo puede viajar fuera de su barrio en días concretos (por ejemplo, los fines de semana) y sólo durante horas específicas (por ejemplo, por la mañana).
Nueva estructura social urbana
La digitalización transversal nos ha creado una nueva realidad en la que todo el mundo está conectado y puede ser vigilado por el Estado. Donde los coches eléctricos juegan un rol crucial, el cual poseen la capacidad de propagar frecuencias (antenas móviles interactuando con 5G y 6G) y recoger datos biométricos analizando comportamientos sociales, almacenando información para generar avatares individuales de las personas.
El llamado «Internet de las cosas» es el resultado de esta digitalización masiva de nuestro mundo, cada vez más inter-conectado y constantemente vigilado.
Esto ha creado una nueva realidad en la que todo el mundo está conectado y esta información puede ser registrada, analizada, y procesada por las grandes corporaciones ¿Ya vas viendo a donde nos lleva todo esto?
Conclusión
Espero que este artículo te haya dado algunas ideas sobre que sucedería, si dejamos nuestras futuro en entidades supranacionales de dudosa reputación.
Y sí, es cierto que la pérdida de la hegemonía del dólar traerá consigo enormes repercusiones a nivel internacional, cambios estructurales profundos, pero es necesario que surja una nueva humanidad mas unida y cohesionada, que prime la auto-sustentabilidad (no confundir con sostenible) fomentando así el cultivo de frutas y verduras, donde el trueque jugará un rol fundamental.
A continuación se nos presenta en Oxford, Reino Unido, una niña de apenas 12 años, dando un discurso fenomenal demoliendo la narrativa de las ciudades de 15 minutos.